Una vez culminado el partido entre los equipos de Guabirá y Ciclón por la segunda final de la copa Simón Bolívar se desataron algunos problemas luego que los hinchas de ciclón se enterasen con lo acontecido por el cuerpo técnico del club que “regalo” el partido a los de Guabirá, inmediatamente con piedras en mano intentaron ingresar al estadio y se escuchaban los gritos de fuera Ortega, fuera Buhezo, quienes para los hinchas fueron los principales personajes que llevaron al equipo a descartar la posibilidad de clasificar de forma directa a la Liga del Futbol Profesional Boliviano.
Lo cierto es que los hinchas enfurecidos intentaron por todos los modos ingresar al estadio pero la oportuna intervención de la policía permitió que las cosas no pasaran a mayores.
Pero sin embargo pese a que por momentos la policía lo tenia controlado; la hinchada de Ciclón no se dio por vencida en busca de su cometido y produjo algunos daños materiales mas que todo en el micro que traslado a Guabirá como así también a las instalaciones del estadio y sus alrededores, lo que provoco que la fuerza del orden tenga que recurrir a los gases para poder dispersar la masa; lo que origino a la vez que niños mujeres y gente de la tercera edad sufra las consecuencia de lo acontecido.
Una vez que pasaron los problemas en el estadio tuvieron que pasar por cierto casi tres horas, la gente enfurecida se traslado a la casa del director técnico del equipo Mario Rolando Ortega, tiraron de todo des piedras hasta algunos objetos de valor contra la vivienda de Ortega, pero los vecinos del lugar al ver esta situación llamaron a radio patrulla 110 quienes se apersonaron al ligar y dispersaron a la gente.
No todo acabaría ahí, porque algunos hinchas se dieron cita al hotel de concentración del equipo de Guabirá, pero los miembros del cuerpo técnico al ver aquella situación se anoticiaron y fueron rápidamente a impedir cualquier catástrofe con la ayuda de la policía.
Lo cierto es que creemos que el accionar de los hinchas es reprochable desde todo punto de vista, es cierto que hay frustración y malestar en todos pero las cosas se dan por algo; y querer buscar dañar el prójimo que nada tuvo que ver en todo esto creemos que es algo erróneo, esto debido a que tanto Guabirá como el arbitro del partido Iván Gamboa no tuvieron absolutamente nada que ver con lo que paso, y no tendrían que ser victimas de ningún tipo de agresión.
Fuente: http://www.elnacionaltarija.com/
Lo cierto es que los hinchas enfurecidos intentaron por todos los modos ingresar al estadio pero la oportuna intervención de la policía permitió que las cosas no pasaran a mayores.
Pero sin embargo pese a que por momentos la policía lo tenia controlado; la hinchada de Ciclón no se dio por vencida en busca de su cometido y produjo algunos daños materiales mas que todo en el micro que traslado a Guabirá como así también a las instalaciones del estadio y sus alrededores, lo que provoco que la fuerza del orden tenga que recurrir a los gases para poder dispersar la masa; lo que origino a la vez que niños mujeres y gente de la tercera edad sufra las consecuencia de lo acontecido.
Una vez que pasaron los problemas en el estadio tuvieron que pasar por cierto casi tres horas, la gente enfurecida se traslado a la casa del director técnico del equipo Mario Rolando Ortega, tiraron de todo des piedras hasta algunos objetos de valor contra la vivienda de Ortega, pero los vecinos del lugar al ver esta situación llamaron a radio patrulla 110 quienes se apersonaron al ligar y dispersaron a la gente.
No todo acabaría ahí, porque algunos hinchas se dieron cita al hotel de concentración del equipo de Guabirá, pero los miembros del cuerpo técnico al ver aquella situación se anoticiaron y fueron rápidamente a impedir cualquier catástrofe con la ayuda de la policía.
Lo cierto es que creemos que el accionar de los hinchas es reprochable desde todo punto de vista, es cierto que hay frustración y malestar en todos pero las cosas se dan por algo; y querer buscar dañar el prójimo que nada tuvo que ver en todo esto creemos que es algo erróneo, esto debido a que tanto Guabirá como el arbitro del partido Iván Gamboa no tuvieron absolutamente nada que ver con lo que paso, y no tendrían que ser victimas de ningún tipo de agresión.
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